El inconfundible estilo del entrenador argentino gusta mucho en el Camp Nou y le convierten en uno de los principales candidatos a perpetuar el reconocido fútbol impuesto por Guardiola cuando éste abandone el club: el juego de toque en el centro del campo y la presión adelantada constituyen los pilares básicos de la forma de jugar que Bielsa imprime a todos los equipos por los que ha pasado.
Podría decirse que Bielsa es un entrenador formado a imagen y semejanza de Pep, pero es todo lo contrario. El argentino ha sido uno de los técnicos que ha inspirado a Guardiola en la formación de su estilo; de hecho, cuando aún no había empezado a entrenar, Pep llegó a entrevistarse, entre otros colegas sudamericanos como Menotti, con Marcelo Bielsa.
Ahora, el maestro podría ser quien relevara a su alumno aventajado, toda vez que Guardiola considera que su triunfador ciclo en el FC Barcelona está más cerca que nunca de finalizar. En este sentido, cada vez suena con más fuerza su nombre para sustituir a otro grande de los banquillos europeos: Alex Ferguson, técnico que lleva más de 25 años al frente del Manchester United, desea, según ha informado el Daily Express, que sea Pep quien le releve como líder de los diablos rojos.
¿Un trueque Guardiola-Bielsa?
Pero el círculo podría llegar a cuadrarse si se diera una combinación que podría satisfacer los deseos y ambiciones de todas las partes. Sabida es la afinidad que siente Pep Guardiola por el Athletic Club de Bilbao, un equipo que "va mucho con mi manera de entender el juego", llegó a reconocer en 2010. Tanto que, incluso, admite que está "abierto a recibir ofertas del Athletic. Sólo San Mamés ya te enamora".
Por ello, aunque se trate de una opción un tanto remota, podría pensarse en un trueque Guardiola-Bielsa cuando llegue el fin del ciclo de Pep, que es quien finalmente decidirá sobre su futuro, podría contentar a todas las partes: los técnicos podrían satisfacer su deseo de cambiar de aires sin perjuicio de la pervivencia en el tiempo de su personal estilo de juego.
Fuente: El Economista.es